|
|
DR. RAMON CARRILLO
PADRE DE LA MEDICINA SOCIAL
El protagonismo político del Movimiento Obrero Organizado
en esa etapa permitió ir desarrollando acciones de salud solidarias desde
Institutos creados al fin o mutuales accionadas por los propios sindicatos, que
comenzaron a dar respuestas sanitarias a sus afiliados. Ese movimiento
incipiente al principio se vio incrementado después de la Revolución Fusiladora
como forma de consolidar la presencia del sindicalismo en una etapa de
persecusiones y proscripciones. El régimen militar del iniciado en 1966 decide
avanzar con la seducción sobre el sindicalismo, dictando la ley 18.610 de obras
sociales, que llega hasta nuestros días con las leyes 23.660 y 23.661 que
regulan su funcionamiento. El PAMI creado en la misma época por ley 19.032 y
subsiguientes. La seducciçon no dio mas resultado que el fortalecimiento gremial.
Las Obras Sociales atienden hoy casi 15 millones de
argentinos, el PAMI 6 millones, los Institutos Provinciales otros 6 millones a
los cuales se suman casi 6 millones de cobertura parcial en algunos casos y
total en otros de mutuales y cooperativas. La recaudación de las obras sociales
son 26.000 millones anuales de los cuales el 10% es solidario al Fondo de
redistribución. Además los trabajadores aportan el 3% de su salario al PAMI al
cual se le suman los aportes de los mismos beneficiarios, todos en función de
la cobertura de salud y tratamiento de la enfermedad en forma solidaria.
El gasto total de salud en al Argentina es de 122.000
millones de pesos anuales en los cuales participan los sistemas de lucro que
atienden a casi el 10% de la población y que además han intrusado el sistema
solidario con planes diferenciales y recibiendo indebidamente aportes de los
trabajadores a través del APE, ante
demandas de alta complejidad, sin embargo su participación en el gasto es del 20%. O sea que el sistema solidario
atiende mas del 40% de la población con menos del 25% del gasto mientras las
prepagas que tienen un universo menor y gastan casi los mismo. Después reclaman
eficiencia a los sistemas solidarios.
Como se observa el sistema solidario debe conectar sus
recursos hacia adentro del mismo sistema y mantener al sector privado de lucro,
tipo seguro de salud en una regulación diferente como la ley de prepagas, con
obligaciones y regulaciones por parte del Ministerio de Salud.
El neoliberalismo a través del otorgamiento de créditos
del Banco Mundial ha fragmentado los sistemas sanitarios desde hace 40 años,
incluso en el caso del hospital público pasando a ser responsabilidad de los
municipios o de las provincias abandonando el concepto federal, igualitario y
constitucional de la salud. Asi el niño que nace en Las Lomitas, Formosa tiene
una expectativa de vida 10 años menor que el de CABA, por poner un ejemplo
entre tantos.
Con respecto a las obras sociales, se les sacó la
recaudación en 1990 y se disminuyeron sus aportes en un 14,5 por ciento, luego
en 1995 se impuso la gerenciación del PAMI con resultados de catástrofe, se
desregularon las obras sociales gremiales permitiendo “el descreme” y la
intrusión de las prepagas que se llevaron los mas jóvenes,los mas sanos y los
que mas ganan, fracturando la seguridad social en su concepto solidario e
intentaron regular las prepagas para eliminar las mutuales y cooperativas. Las
leyes 24.241 y 24.557 de AFJP y ART, fueron mas que etapas previas de un plan de
seguro nacional de salud manejado por los Bancos. Ese camino del Banco Mundial
en algunos sectores de poder sigue abierto.
Frente a este panorama es necesario realizar algunas
reflexiones. En primer lugar el sistema tiene dificultades, algunas propias y
otras creadas.
Las propias son:
el canibalismo gremial por conseguir aportantes, que desencadenó la
desregulación; la entrada permitida de las prepagas a manejar estructuras
solidarias y ampararse en ellas con lucro y la falta de respuesta profesional
en lo prestacional en muchos casos.
Las creadas son: la judicialización a través de amparos y
cautelares que superan el PMO, la voracidad de los prestadores en sus márgenes
de ganancia, la falta de aportes del APE con demora en caso de hacerlo lo que
provoca desfinanciamiento, el comportamiento de sectores médicos que intentan
lucro con medicamentos y prótesis, la demora de redistribuir los excedentes del
APE del orden de los 9 mil millones, los rechazos de accidentes y enfermedades
profesionales de las ART que deben atender las obras sociales o el hospital,
entre otras cuestiones.
Con esos problemas se procuran soluciones, algunas desde
el plano sanitario, otras desde el plano económico y otras político.
Hay quienes proponen con concepto económico de caja, un
plan de seguro de salud, que reemplace a las obras sociales ya que estado sigue
recaudando y conjuga en ANSES, PAMI, APE , Superintendencia de Salud y Obras
Sociales un manejo directo y con los mismos prestadores. El concepto de seguro,
es una cultura de no pago y subprestación.
Otros proponen eliminar las Obras Sociales para sacarle
poder al sindicalismo, cuando en realidad sin esa carga prestacional, quizás
sería mas fuerte aún, con sus propios recursos y sus propias mutuales.
En ambas propuestas está detrás la mano oculta de las
prepagas y su intrusión en el sistema solidario para continuar lo que denomino
violación de la solidaridad.
Desde el punto de vista sanitario se está trabajando con
un sistema de prioridades diferente que pasa por la detección de las
prioridades sanitarias del momento actual y después el análisis del recurso, ya
que la Argentina
es uno de los países que mas destina a ese fin.
En este sentido colocamos el esfuerzo en devolver a la
comunidad un sistema sanitario solidario basado en el cuidado de la salud y no
solo en el tratamiento de la enfermedad, reduciendo el gasto como el caso del
medicamento que se lleva el 30 por ciento del gasto total de salud por presión
de la industria farmaceútica y complicidad médica. El gasto en medicamentos en
el mundo oscila en el 18%, gasto que para nosotros es inversión como en todas
las áreas sociales. La
Producción Pública de Medicamentos es un legado esencial del
Dr. Carrillo a recuperar en forma plena para la medicina social y la soberanía
en las decisiones sanitarias.
Un sistema solidario que reúna el PAMI, las Obras
Sociales, los Institutos Provinciales y el hospital público en un plan de salud
federal que permita ir ampliando los márgenes de cobertura a quienes hoy
carecen de ella. Un sistema por etapas que integre la alta complejidad, los
medicamentos de alto costo=baja incidencia, las enfermedades llamadas
dramáticas, el gasto bolsillo de los crónicos que afecta a los sectores mas
humildes de la población, que asigne recursos para la discapacidad y que
integre en forma vertical servicios partiendo de la atención médica primaria
hacia los niveles superiores y en forma horizontal ampliando universo, todo
ello sin perder identidad para contener la
demanda en forma paulatina.
Sería relativamente fácil establecer un mecanismo
orgánico de toma de decisiones entre los sectores involucrados en los sistemas
solidarios, en forma tal de ir dando respuestas a las áreas críticas en una
primera etapa y comenzar a complementar los subsistemas sin perder de vista el
concepto solidario de la sanidad y la identidad, en la cual nuestro país ha
sido pionera cultural y cuenta con un patrimonio humano superior para iniciar
un camino que recupere el modelo social solidario que nunca debió ser arrasado
como nos sucedió.
Evitar nuevas tragedias sanitarias es empezar a construir
una nueva lógica basada en nuestra historia y nuestro compromiso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario